Estoy sentada frente a un gran ventanal mirando como se pone en sol en el océano Pacífico mientras escribo esta carta. Aquí en Chile es verano y estoy pasando unos días en la playa para dar la bienvenida a este nuevo año. Un nuevo año que no es como cualquier otro para mi, ya que el 1 de enero comenzó mi periodo como Presidente de la IEA, posición para la que fui elegida hace un año atrás y en la que hoy me siento feliz de servir.

¿Pero cómo es que alguien de Chile se involucra en la IEA y termina siendo presidente?

Les debo confesar que cuando supe de la existencia de la IEA, decidí que quería ser parte de ella. Que tenía que ser parte de ella, a nivel local por supuesto. Primero, fui parte del grupo que creó la afiliada en Chile. Cuando ya estaba funcionando, tenía que ir a la conferencia anual y participar en la Asamblea General de Afiliadas (GAA) en Las Vegas (2009), donde fui elegida por los representantes de la afiliadas para formar parte del directorio global.

Desde entonces he estado trabajando en la directiva, enfocada especialmente en las afiliadas y capítulos al comienzo. Mi deseo era (y aún es) que las afiliadas y capítulos – y sus miembros- sigan viendo el valor de formar parte de esta organización, y tener una estructura que nos permita seguir creciendo como una organización verdaderamente internacional, con una fuerte propuesta de valor y, al mismo tiempo, con un buen gobierno. Con el tiempo me fui involucrando en otro temas y tomé el cargo de vicepresidente por un año (2011), antes de ser nombrada presidente-electa a comienzos del 2012.

Para ser honesta, sin importar cuánto sintiera que tenía que ser parte de esto, nunca se me cruzó por la mente ser presidente. Pero mi pasión por el Eneagrama y mi compromiso de corazón con la visión de lograr que el Eneagrama sea ampliamente conocido y usado constructivamente, me llevaron a aceptar este desafío. Algo que hizo más fácil tomar esta decisión fue el equipo que tengo a mi lado; es un grupo de personas que dan su tiempo y energía en forma voluntaria de una forma tan profesional, que estoy totalmente convencida que podemos continuar realizando un buen trabajo.

A nivel personal, la primera vez que escuché sobre el Eneagrama fue al final de mi adolescencia, cuando mis padres lo estudiaban. Y si bien fui entonces a un taller, no fue hasta muchos años después que entendí el valor y el poder que tiene, y lo que comenzó como un pasatiempo, se convirtió en mi trabajo de tiempo completo. Dejé mi trabajo a cargo de marketing en un banco y me convertí en coach y profesora de Eneagrama, que es lo que hago hoy. Esto, y mis responsabilidades en la IEA todavía lo siento como un pasatiempo; lo tomo muy en serio, pero lo disfruto tremendamente.

Muchas cosas han sucedido desde que me uní a la directiva: Hemos fortalecido nuestra área de publicaciones con el lanzamiento de la imprenta de libros de Eneagrama y la constante mejora de el “Enneagram Journal” y “Nine Points”. La GAA sigue floreciendo como un foro validado por las afiliadas y capítulos donde se comparten mejores prácticas, se conocen los nuevos desarrollos de la IEA y se crea comunidad. La conferencia sigue superando sus propias marcas, convirtiéndose en un evento cada vez más profesional y atractivo, con novedades como el “Creative café” y el “How-to stream”. Además, hemos hecho esfuerzos importantes para ser una organización sustentable; hemos creado y documentado muchos de nuestros procesos, incluidos aquellos relacionados con la creación y relación con las afiliadas y capítulos. El programa de acreditación sigue creciendo; y nació mi hija Josefina!

Un logro que merece ser destacado es nuestra nueva misión, donde ya no somos un contenedor de información de la teoría y aplicación del Eneagrama, sino que una organización que trabaja para sus miembros, creando oportunidades para una mayor excelencia, educación y comunidad. Todo aquello que hoy hacemos está alineado con esta misión.

Para los próximos dos años, necesitamos continuar en este camino – construyendo sobre todos estos logros, pero también asegurándonos que el valor de ser parte de la IEA sea visto por sus miembros, es decir, por ustedes. Esto implica que tenemos que hacer un mayor esfuerzo por comunicar lo que esta gran organización tiene para ofrecer. También debemos continuar escuchando sus necesidades y asegurar que respondemos a su retroalimentación. Es por esto que los invito a contactarme directamente a través demariajose@internationalenneagram.org y contarme qué es lo que podemos hacer mejor.

Aquí es verano cuando es invierno para el resto de los miembros de la directiva; hay diferencias de horario que hacen que algo como fijar una reunión pueda ser un desafío; hablamos más de cinco idiomas (incluido el Inglés británico y americano), y nuestro contexto cultural es a veces impresionantemente distinto. Pero existe un gran respeto y aprecio por lo que cada uno de nosotros aporta, y eso hace que valga la pena pertenecer a este equipo.

Me siento honrada de ser presidente de la IEA y realmente espero durante estos dos años ser capaz de liderar nuestros esfuerzos de tal forma que podamos tocar a la comunidad del Eneagrama, ayudando a esta organización a crecer, no sólo en números, sino también como profesionales y seres humanos.

A nombre de toda la directiva de la IEA, les deseo un feliz y próspero año nuevo!

María José Munita

Presidente IEA